Lo de verdad quiere decir Novio durante casi seis años y medio, con encuentros de ambas familias y una sombra de posible futuro. A mi me encantaría dar apellidos, no es ilegal. Es más, si él pululara por internet, tal vez se llevaría la sorpresa de encontrarse. Pero en muchos casos, siento que es como invadir su Privacidad y ahí no tengo derecho.Por eso, a veces daré apellidos y otras no.
A Jorge lo conocí en la ya archi nombrada confitería Saint George. Había ido con mi amiga Zuli pero estaba en esos días de desafío a full y me había propuesto bailar solamente con los que yo eligiera. Aquí debo confesar que mi "ego" había empezado a surgir y no porque me viera linda-nunca lo fui-, ni tampoco por ser codiciada. Simplemente, había aprendido que gustaba. Que sin tener un lomazo ni boca grande ni ojos lindos, tenía algo que seducía. Y esto tengo que agradecerselo a algunos compañeros del Nacional que al tiempo me confesaron cosas que JURO, yo ni sospechaba.Si alguno me lee aquí, sabe que no miento porque me conoce.Jamás apunté al aspecto físico y ésto está visto en mis entradas anteriores. Por el contrario, no me importaba estar gorda, usar lentes ni nada de nada. Yo simplemente estaba felíz siendo cómo soy.Y tal vez ese era el mérito, la seguridad en mí mísma , mi personalidad. Pero para este tiempo, ya me ocupaba más de mi imagen, me mostraba más femenina, me arreglaba. Y sí, me había aflorado el ego que no sabía que tenía-para qué mentir-.
La cuestión es que me aparté de mi amiga y me puse a filmar. Me senté sola, pedí un trago y como jamás dejo de hacerlo hasta hoy día, saqué papel y lápiz y me puse a escribir sin mirar a nadie.
Un par de chicos se acercaron a sacarme a bailar y yo amablemente les decía-como en complicidad-. _ No te enojás ?, estoy esperando a alguien en especial. Y los chicos de mi Generación, que eran más sanos y más ingenuos, rebotaban, aceptaban y se iban.
Hasta que de pronto "lo ví". No, no era Jorge al que ví, era un rubio que medía como dos metros-y eso que nunca me gustaron los rubios-,súper llamativo y que parecía ser el galán de esa noche.
Seguí haciéndome la autosuficiente mientras escribía boludeces en el papel-eso llamaba la atención obviamente, qué tonta podía ir a un boliche bailable a escribir ?. YO. Pero miraba de reojo para todos lados. Y de pronto, el Adonis empieza a caminar hacia mí. Me concentro más en mi tarea y ni bola hasta que escucho su voz. _ Buenas noches-, me dice muy amable. Ahora me saca a bailar ( pienso). _ Te puedo hacer una pregunta ?, continúa. Me va a preguntar si bailamos ( pienso). _ Hace rato que te vengo observando y lo único que veo es que te la pasás pateando tipos, a qué viniste ?-me dice. Cómo me jodió...¡¡¡-(pienso), pero le respondo._ Es que estoy esperando a alguien en especial (a él). Entonces, con su porte imponente me dice _Ah, bien, entonces me voy.
A Jorge lo conocí en la ya archi nombrada confitería Saint George. Había ido con mi amiga Zuli pero estaba en esos días de desafío a full y me había propuesto bailar solamente con los que yo eligiera. Aquí debo confesar que mi "ego" había empezado a surgir y no porque me viera linda-nunca lo fui-, ni tampoco por ser codiciada. Simplemente, había aprendido que gustaba. Que sin tener un lomazo ni boca grande ni ojos lindos, tenía algo que seducía. Y esto tengo que agradecerselo a algunos compañeros del Nacional que al tiempo me confesaron cosas que JURO, yo ni sospechaba.Si alguno me lee aquí, sabe que no miento porque me conoce.Jamás apunté al aspecto físico y ésto está visto en mis entradas anteriores. Por el contrario, no me importaba estar gorda, usar lentes ni nada de nada. Yo simplemente estaba felíz siendo cómo soy.Y tal vez ese era el mérito, la seguridad en mí mísma , mi personalidad. Pero para este tiempo, ya me ocupaba más de mi imagen, me mostraba más femenina, me arreglaba. Y sí, me había aflorado el ego que no sabía que tenía-para qué mentir-.
La cuestión es que me aparté de mi amiga y me puse a filmar. Me senté sola, pedí un trago y como jamás dejo de hacerlo hasta hoy día, saqué papel y lápiz y me puse a escribir sin mirar a nadie.
Un par de chicos se acercaron a sacarme a bailar y yo amablemente les decía-como en complicidad-. _ No te enojás ?, estoy esperando a alguien en especial. Y los chicos de mi Generación, que eran más sanos y más ingenuos, rebotaban, aceptaban y se iban.
Hasta que de pronto "lo ví". No, no era Jorge al que ví, era un rubio que medía como dos metros-y eso que nunca me gustaron los rubios-,súper llamativo y que parecía ser el galán de esa noche.
Seguí haciéndome la autosuficiente mientras escribía boludeces en el papel-eso llamaba la atención obviamente, qué tonta podía ir a un boliche bailable a escribir ?. YO. Pero miraba de reojo para todos lados. Y de pronto, el Adonis empieza a caminar hacia mí. Me concentro más en mi tarea y ni bola hasta que escucho su voz. _ Buenas noches-, me dice muy amable. Ahora me saca a bailar ( pienso). _ Te puedo hacer una pregunta ?, continúa. Me va a preguntar si bailamos ( pienso). _ Hace rato que te vengo observando y lo único que veo es que te la pasás pateando tipos, a qué viniste ?-me dice. Cómo me jodió...¡¡¡-(pienso), pero le respondo._ Es que estoy esperando a alguien en especial (a él). Entonces, con su porte imponente me dice _Ah, bien, entonces me voy.
Me dejó de una pieza, el EGO me jugó en contra, planché por un buen rato pero gracias a él-al Adonis-, lo conocí a Jorge.
Continuará........
Continuará........
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