Mi vida para mí.

Ya pasé la etapa de los blogs públicos, llevo como treinta.Sin embargo jamás hice mi propio blog, uno que hable un poco de mí, de mi historia, mis amores y desamores, mis viajes, mis poemas, mis relatos, mis amigos, las cosas que me gustan.Por eso quiero inaugurar esta especie de Diario íntimo-aunque tal vez no tanto-. Simplemente para escribir lo que sienta, lo que quiero, lo que me sale, lo que Soy. "Escribir para mí y por mí". Bienvenido a mi PC blog amigo, aquí charlaremos juntos de tanto en tanto-ya que soy furtiva e inconstante-.

16.6.11

Fibromialgia y los sueños inconcientes. Anoche me perdí.


A pesar de que esta enfermedad anula cualquier proyecto o compromiso, mis sueños concientes siempre son positivos, siempre me digo :YO PUEDO. Abro los ojos y planeo el día con cosas simples, placenteras. Pienso en ponerme de pie y arreglarme bien, liviana, fresca. Sin embargo llegaron las pesadillas, esas que marcan los temores y la impotencia de la realidad. Mi sueño de anoche fue espantoso y me desperté gritando ¡ Ayuda!. Y no me gustó. Ya acepté este problema, lo padezco desde hace diez años, incorporé el dolor y la rigidez que a veces quitan la respiración pero con la paciencia y la seguridad de que a las horas va a menguar.
En mi sueño estaba en un lugar de Buenos Aires, enorme, zona Sur, de trabajadores. Había un parque gigante con sitios culturales y árboles y luego avenidas que yo no conocía. Y me sorprendió la noche. Me había perdido, no podía leer el nombre de las calles y nadie me los decía, no encontraba gente. Tampoco veía los números telefónicos de mi celular. Corría de una punta a otra y cada vez me metía en un laberinto enorme de pastos y alambres que limitaban mi salida. Y al final grité.

Siempre tuve sueños recurrentes sobre estar en sitios desconocidos, siempre de noche y sin embargo encontraba la salida, las puertas, podía volar y ver en la oscuridad.
Tal vez fue el llamado de mi primo la noche anterior diciendo que tenía que irme a Pinamar a firmar el boleto de venta del departamento. Tal vez que le dije que yo NO PODÍA. Tal vez fue la humillación que sentí por tener que pedirle a mi hermano que se hiciera cargo porque mi cabeza no responde a papeleríos y menos a situaciones estresantes. Tal vez fue ese correo que me mandó la negra con el link que muestra mi diagnóstico como justificado para jubilarme y sacar pensión por discapacidad. No lo sé.
Ahora estoy de pie y voy a comenzar el día. Luego Pilates y si tengo ganas a preguntarle a mi Socia si nos reunimos éste viernes-otro más con lluvia, como un ritual-. Pero el sueño me desconfiguró la cabeza. Espero que haya sido provocado por esa junta de sucesos pequeños, me niego a que se repitan. YO NO VOY A SUCUMBIR. MI ORGULLO Y OPTIMISMO NO ME LO PERDONARÍAN.

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