Mi vida para mí.

Ya pasé la etapa de los blogs públicos, llevo como treinta.Sin embargo jamás hice mi propio blog, uno que hable un poco de mí, de mi historia, mis amores y desamores, mis viajes, mis poemas, mis relatos, mis amigos, las cosas que me gustan.Por eso quiero inaugurar esta especie de Diario íntimo-aunque tal vez no tanto-. Simplemente para escribir lo que sienta, lo que quiero, lo que me sale, lo que Soy. "Escribir para mí y por mí". Bienvenido a mi PC blog amigo, aquí charlaremos juntos de tanto en tanto-ya que soy furtiva e inconstante-.

11.10.09

E.L.M.A. Empresa Líneas Marítimas Argentinas.


Vengo un poco mezcladita en los mensajes. Ya saben que estuve con lumbociatalgia y después se sumaron algunos imprevistos, pero ya me repuse y recién pude retomar Pilates hace dos clases. El caso es que me dispersé y anduve dándole fuerte a uno de mis Blogs-el de Sandro de América-, visitando a la dentista, leyendo y bastante entretenida con las cuestiones del país. Pero para ponerme un poco al día, voy a completar mi historia laboral. Había contado que trabajé en Etam y renuncié con honores. Me pudrí de un par de cosas que pasaban ahí dentro y un día me fui en pantalones, zapatillas, mascando chicle y enfrenté a la encargada. Le dije que me iba y quería mi liquidación de sueldo. Cuando me lo dio de mala manera, surgió mi arrogancia innata, esa que me surge cuando hay cosas que me joden. Conté el dinero, pedí una vendedora, le hice sacar y volver a guardar pilchas caprichosamente y terminé patinandome el sueldo en camisones, batas y otras yerbas. Luego crucé la calle y me metí en una boutique que buscaba vendedoras, se llamaba Ze Ze. Me tomaron en el momento y seguí siendo una chica de boutique hasta que la vida me puso frente a mi trabajo más serio. ELMA era la empresa más importante del país por aquellos años. Era cuando teníamos barcos con bandera argentina y agencias en todo el mundo. Trabajar en ELMA te abría la puerta a cualquier empresa posterior. Allí ingresé en julio del 78, plena época de militares. Y podría asegurar que las vivencias más importantes de mi historia las tuve allí dentro. No tenía alternativa. Vivía ahí. Me levantaba a las 6 y 15 am, salía de casa a las 7 y 15 y entraba a las 9. Los primeros años salía del trabajo a las 16,30, pero cuando me ascendieron, llegaba a mi casa a las 21 horas. Así que en esa empresa esculpí mi personalidad, conocí a muchos amores, hice amigos y enemigos, crecí y me liberé. Sus personajes y anécdotas merecen varias entradas, así que ésta es solo la presentación.

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